La mariposa

Había una vez una mariposa muy segura de sí misma, pero no del entorno que la rodeaba. Muchas tardes se dedicaba a "volar" sobre los distintos parques para oler todo tipo de flores. Sus amigas le advertían que no a todas las flores les agradaba ser olisqueadas por insectos desconocidos, y que podía ser peligroso que revoloteara alrededor de tantas. Pero ella estaba distraída por la cantidad de colores diferentes que veía cada día. No podía desperdiciar la oportunidad de conocer un nuevo olor. Llegó un momento en que se volvió como loca. Ya no se fijaba en los colores, sólo se acercaba frenética para captar de cerca los aromas que tanto la atraían. Y un día de repente todo acabó. Se acercó a una planta con los colores más vivos que jamás ella hubiera podido imaginar. Y cuando estaba extasiada por su perfume, la planta se cerró, atrapando para siempre a la intrépida mariposilla.